Buscaban crecer económicamente y socialmente, pensaban que podían comprar un lote de tierra y comenzar de nuevo en este gran país, que los favorecía según diversas promociones.
Entre 1880-1890 llegaron al país 1.000.000 de europeos de los cuales se establecieron el 85%, sin embargo esa masa de hombre no alcanzaba para satisfacer las demandas externas.
Entre 1880-1914 llegaron cerca de 6.000.000 de nuevos habitantes los cuales se radicaron definitivamente cerca de 4.000.000.
Argentina pasó de 1.800.000 hab. en 1869, donde el 12% eran inmigrantes a 7.800.000 en 1914, siendo el 30% extranjeros.
El estado nacional invirtió 5.000.000 de pesos oro para pagar los pasajes de 130.000 personas.
El mayor porcentaje de inmigrantes era de españoles e italianos, pues eran los que mejores se adaptaban a las condiciones de este país. En realidad se deseaba atraer la atención de gente mas calificada y con estudios profesionales, por lo que se establecieron oficinas en países como Inglaterra, Alemania y Francia, para fomentar la migración de ese tipo de gente.
La mayor parte de los inmigrantes se establecieron en la Pampa Húmeda (Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba), pero las tierras sembradas fueron prácticamente las de Santa Fe, porque en Buenos Aires la tierra ya estaba en manos de grandes terratenientes promotores de la gran campaña contra los indios, años atrás.
Aunque muchos de ellos alcanzaron a "hacerse la América" (arrendatarios, propietarios, colonos, comerciantes), sobretodos los que llegaron antes de 1880, porque venían con algún capital para iniciarse laboralmente, la mayor parte de ellos engrosaron las masas de peones rurales y urbanos, es decir, no pudieron llegar a ser propietarios.
Para fines de 1890 el 90% de los extranjeros vivía en las ciudades del área pampeana, y la población urbana superó a la rural por primera vez.
Viendo que las posibilidades de compra de tierras eran casi nulas, decidieron radicarse en las ciudades que crecían a un ritmo inusual. En Bs.As. y Rosario se construían puertos, silos, redes de luz pública, ferrocarriles, grandes edificios públicos, desagües, etc.
Como estas ciudades no estaban preparadas para tal crecimiento, las familias de los recién llegados se hacinaban en caserones del sur de Buenos Aires, que antiguamente pertenecían a familias adineradas, que las habían abandonado en la época de la Fiebre Amarilla, mudándose a vivir al Barrio Norte. A estos caserones se los llamó: conventillos.
En 1890 la cuarta parte de la población vivía en viviendas colectivas.
Las Clases Sociales
a) La elite porteña formada por las familias mas adineradas, propietarios de todos los grandes territorios de la provincia, y que crecían económicamente gracias a la exportación de los productos agrícolas que eran sembrados en sus propias estancias y dueños de todo el poder político, encargados de la conducción del país.(eran unas 400 familias adineradas)
b) Profesionales, empleados administrativos, maestros, comerciantes medianos, transportistas, cuyo progreso iba de la mano del éxito que pudiese tener el modelo exportador, ellos formaban la clase media.
c) Una gran masa de trabajadores con algún oficio como ser sombrereros, costureros, zapateos, sastres, panaderos, relojeros, ebanistas, carpinteros, albañiles. También estaban los estibadores y changarines del puerto. Los obreros de los frigoríficos y los ferrocarriles, pertenecían a la clase obrera.
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